Poema del humorista Iván Camejo acompaña las palabras del catálogo "Del Espejo y la Paciencia"

La exposición tendrá su apertura este 18 de marzo a las 5:00 p.m.
La exposición tendrá su apertura este 18 de marzo a las 5:00 p.m.

Las palabras que forman parte del catálogo de la exposición personal de Luis Enrique Camejo Vento "Del Espejo y la Paciencia", en Maxima Gallery tienen un elemento diferente esta vez: la poesía.

Nunca antes en Máxima los versos escritos de manera exclusiva para una muestra integraron los anteriores proyectos expositivos. Sí prevalecieron las metáforas visuales de los creadores en cada exhibición, junto con el rigor académico y creativo de los especialistas y sus diferentes valoraciones sobre el fenómeno pictórico en cuestión.

Sucede que con "Del Espejo y la Paciencia", tuvimos la colaboración del humorista y filólogo cubano Iván Camejo, quien se inspiró en el épico poema "Espejo de Paciencia" (1608), de Silvestre de Balboa, para escribir otro poema que conforma este catálogo. De esta manera surge una lírica alegórica a la nostalgia, a los presentes más inmediatos de la ciudad como reflejo del aquí y ahora en la Isla.

Iván Camejo decidió titular su obra "Reflejos de Paciencia" y precisamente se observa un lenguaje con remembranzas hacia un pasado que hemos aprendido a observar con tolerancia y cierta mudez. Aún prevalecen y se resisten al olvido diversas memorias en forma de edificios, calles, historias, leyendas de nuestros antepasados que legaron un ayer digno de recordar.

A continuación, Reflejos de Paciencia, de Iván Camejo

“Canta tú, Diosa, desde la distancia

Vierte en la lira el argumento y tema

Desta la isla inerte en la constancia

Dura cual la más pérfida gema

Canta de lejos por la intolerancia

Y así no te buscas un problema

Del candor del ayer que ya termina

Y que hoy a la vista ofrece ruinas


Otrora fuese del caribe ensueño

Diole al mar sus muros en ofrenda pía

Como quien pintara con vital empeño

Y en cada columna hubiera poesía

Más que un libro, un poema pequeño

Que a la mar y al viento presto voló un día

Escapando al fin en medio de la calma

Dejándonos una ciudad sin alma


¿En dónde están aquellos ornamentos

Que tanta gracia y esbeltez ciñeron

Dónde las luces y los monumentos

Dónde los bronces, mármoles, que fueron

De una urbanidad su movimiento

Y frente al hado efímeros se hicieron

Del frente o del hado fue la culpa?

¿Alguien habrá que la ciudad esculpa?

 

En cada cuadra un convite desierto

En cada barrio la restauración

Por cada ruina un corazón que ha muerto

En cada grieta recontextualización

De un tiempo antaño que leímos cierto

Y que ahora es del fracaso la intención

Que nos devuelve feo lo bonito

Como si alguien ya lo hubiera escrito

 

Abandonada fue a su propia suerte

El oropel pasado no recuerda

Vive hacia atrás, del arcaísmo o muerte

Como mástil sin la vela ni la cuerda

Cada recuerdo en sus heridas vierte

La idea de curar lo que la enmerda

De cada cual según su sacrificio

A cada uno hasta que pierda el juicio

 

Y la que fue de luz y sombras dueña

Ahora usa el color cual maquillaje

Mientras el aire su polvo desgreña

Como mostrando a fuerza su linaje

De una arquitectura que despeña

En el vacío cruel de sus ultrajes

Todo lo visto y cada conocido

Siguen corriendo el riesgo del olvido


Hubo una vez y ya después no hubo

Cuando la musa quiso alzar su canto

Una ciudad desnuda la detuvo

Y le trocó la risa por espanto

Hacia el pasado se volvió y anduvo

Dejando un rastro húmedo de llanto

Y un miedo gris fue andando por las venas

De la ciudad que el mar mira con pena”

Publicado: 17/03/2022