Las palabras que forman parte del catálogo de la exposición personal de Luis Enrique Camejo Vento "Del Espejo y la Paciencia", en Maxima Gallery tienen un elemento diferente esta vez: la poesía.
Nunca antes en Máxima los versos escritos de manera exclusiva para una muestra integraron los anteriores proyectos expositivos. Sí prevalecieron las metáforas visuales de los creadores en cada exhibición, junto con el rigor académico y creativo de los especialistas y sus diferentes valoraciones sobre el fenómeno pictórico en cuestión.
Sucede que con "Del Espejo y la Paciencia", tuvimos la colaboración del humorista y filólogo cubano Iván Camejo, quien se inspiró en el épico poema "Espejo de Paciencia" (1608), de Silvestre de Balboa, para escribir otro poema que conforma este catálogo. De esta manera surge una lírica alegórica a la nostalgia, a los presentes más inmediatos de la ciudad como reflejo del aquí y ahora en la Isla.
Iván Camejo decidió titular su obra "Reflejos de Paciencia" y precisamente se observa un lenguaje con remembranzas hacia un pasado que hemos aprendido a observar con tolerancia y cierta mudez. Aún prevalecen y se resisten al olvido diversas memorias en forma de edificios, calles, historias, leyendas de nuestros antepasados que legaron un ayer digno de recordar.
A continuación, Reflejos de Paciencia, de Iván Camejo
“Canta tú, Diosa, desde la distancia
Vierte en la lira el argumento y tema
Desta la isla inerte en la constancia
Dura cual la más pérfida gema
Canta de lejos por la intolerancia
Y así no te buscas un problema
Del candor del ayer que ya termina
Y que hoy a la vista ofrece ruinas
Otrora fuese del caribe ensueño
Diole al mar sus muros en ofrenda pía
Como quien pintara con vital empeño
Y en cada columna hubiera poesía
Más que un libro, un poema pequeño
Que a la mar y al viento presto voló un día
Escapando al fin en medio de la calma
Dejándonos una ciudad sin alma
¿En dónde están aquellos ornamentos
Que tanta gracia y esbeltez ciñeron
Dónde las luces y los monumentos
Dónde los bronces, mármoles, que fueron
De una urbanidad su movimiento
Y frente al hado efímeros se hicieron
Del frente o del hado fue la culpa?
¿Alguien habrá que la ciudad esculpa?
En cada cuadra un convite desierto
En cada barrio la restauración
Por cada ruina un corazón que ha muerto
En cada grieta recontextualización
De un tiempo antaño que leímos cierto
Y que ahora es del fracaso la intención
Que nos devuelve feo lo bonito
Como si alguien ya lo hubiera escrito
Abandonada fue a su propia suerte
El oropel pasado no recuerda
Vive hacia atrás, del arcaísmo o muerte
Como mástil sin la vela ni la cuerda
Cada recuerdo en sus heridas vierte
La idea de curar lo que la enmerda
De cada cual según su sacrificio
A cada uno hasta que pierda el juicio
Y la que fue de luz y sombras dueña
Ahora usa el color cual maquillaje
Mientras el aire su polvo desgreña
Como mostrando a fuerza su linaje
De una arquitectura que despeña
En el vacío cruel de sus ultrajes
Todo lo visto y cada conocido
Siguen corriendo el riesgo del olvido
Hubo una vez y ya después no hubo
Cuando la musa quiso alzar su canto
Una ciudad desnuda la detuvo
Y le trocó la risa por espanto
Hacia el pasado se volvió y anduvo
Dejando un rastro húmedo de llanto
Y un miedo gris fue andando por las venas
De la ciudad que el mar mira con pena”
Publicado: 17/03/2022