“Cuando incorporé la pintura fluorescente, la cosa se puso interesante”

Alberto Lago-Love Journey
Alberto Lago posa con la pieza Love Journey, presente en la exposición "El gran despertar".

Alberto Lago potencia el color al máximo, en regiones insospechadas que solo unos pocos atrevidos eligen. Es uno de los artistas donde la felicidad personal se transmuta hacia sus lienzos, de la manera más orgánica y elocuente posible. No se trata de enviar o posicionar la alegría porque sí en la pintura, porque parece fácil y atractiva, se banalizarían así las intenciones.

El creador ofrece un discurso lógico, entendible, a veces sobre lo abstracto, mientras que en otras obras predomina lo figurativo. Lo principal y siempre lo deja bien claro, es la capacidad para dejarse llevar por sus círculos, formas pictóricas, caminos que crecen a medida que la vista es capaz de abrirse nuevos horizontes en sus piezas.  

Alberto Lago es un amante del universo, de la luz y nos invita a soñar con él. A propósito de su nueva exposición virtual en Galería Máxima, proponemos conocer sobre su pensamiento y trayectoria artística. 

 

-Siendo estudiante universitario encontró su camino creativo. ¿Por qué escogió ese tipo de pintura?

Creo que no escogí esa pintura, llegué a ella mediante un proceso de experimentación, un proceso que comenzó en el primer año del ISA. La pintura y el dibujo fueron medios que me interesaron aprender desde la academia. Luego de la interacción con el sentimiento pictórico que teníamos algunos, las inquietudes, el motor de hacer con el arte algo tan riesgoso como era el acto de pintar en esos tiempos…las enormes cúpulas, la consciencia de que estábamos construyendo algo…mi deseo de pintar se consumó ahí.

Siempre agrupé mi trabajo por cursos en el ISA, y en cada uno puedes observar cambios visuales los cuadros fueron mutando y cuando incorporé la pintura fluorescente… la cosa se puso interesante; así que fueron momentos creativos muy buenos, súper entretenidos, llegué a la resolución de pintar sin un referente fotográfico y creo que en ese punto fue que se fue armando una visualidad, digamos, reconocible.

Después fui incorporando elementos como happy faces, corazones, flores…y así se fue construyendo un método, una manera. Mi obra se fue transformando con el paso del tiempo, aunque la idea siempre fue la misma, encontrar ese espacio donde confluye la sensación de estar desconectado con lo ordinario, el momento donde somos consciencia, cuando la mente y el cuerpo están en armonía con el todo, ese sentimiento sería una motivación fuerte, traducirlo en pintura fue y es mi reto. 

-Su arte se relaciona con experiencias subjetivas de la felicidad, ¿de qué forma se nutre usted como creador?

Son experiencias tanto personales como colectivas. Yo he tenido fuertes experiencias en mi vida relacionadas con el amor, creo que eso ha sido una gran parte de las motivaciones.

-Siguiendo el tema de la pregunta anterior, muchos artistas han abordado el tema de la felicidad a lo largo del tiempo, ¿a quiénes tiene como referentes?

Mi artista favorito es Vincent Van Gogh, cuando me acerco a la obra de Van Gogh, tanto a sus pinturas como a sus cartas, en ello descubro esencias humanas verdaderas, su amor por la naturaleza y su búsqueda existencial siempre me impresionaron, fue un ser profundamente conectado con la felicidad.

-¿Qué tan reales o ficticios pueden ser sus paisajes pictóricos? Muchos de mis paisajes están concebidos tomando como referente lugares reales, otros no, aunque siempre el resultado puede parecer ficticio, es un tipo de visión que propongo como realidad pictórica y que puede también convertirse en realidades si entendemos o miramos más allá de lo que ven nuestros ojos. 

-Las piezas que se encuentran, ahora mismo, en Máxima Estudio Taller para ser expuestas, ¿forman parte de alguna serie?, ¿de ser así, ¿cómo llegó a concebir esa serie? 

Las obras que se encuentran en Máxima forman parte de la serie “Espectrum”, es una serie que surgió en 2018, a partir de la idea de la “Luz”, su descomposición en un espectro cromático de 7 colores dispuestos en un orden universal, estas obras fueron pintadas siguiendo ese patrón de sinergias, son pinturas dinámicas que representan estados de materias ocultas, en procesos constantes de transformación y perfección. 

-Sus obras dialogan entre lo figurativo y lo abstracto, ¿Cómo las definiría usted?

Figuración o abstracción es un dilema que yo no sigo hoy, cada pintura tiene algo de figurativo y abstracto a la vez, es ese intermedio donde ocurren magias, no sé cómo definirlo. 

-La presencia de colores intensos, fluorescentes, representa una constante en su quehacer, ¿por qué apostar por ese recurso visual?, ¿qué le permite y que tiene de especial?

La pintura fluorescente es un pigmento cautivador, casi siempre es transparente, la idea de pintar con este tipo de material llegó cuando caminaba por un pasillo de la facultad de Artes Plásticas en la Universidad, fue una bombilla que se encendió…recuerdo al comienzo experimentar con unas tintas viejas que me regaló un compañero y terminar decepcionado. Era un material completamente nuevo.

Después pude comprar acrílico fluo y me gustó la intensidad de esa pintura, la espontaneidad, las posibilidades expresivas del agua como diluyente, era el inicio de un mundo desconocido, si tenemos en cuenta que mi formación académica fue fundamentalmente al óleo.

Pasé los próximos 11 años pintando con acrílico fluorescente; en el camino también descubrí que este material reacciona con la luz ultravioleta.

Desde un inicio asocié los colores intensos en el arte con la pintura psicodélica y la tradición visual que se gestó en los 60 y 70 y, de alguna manera, me vi influenciado con este pensamiento, todas las ideas de la expansión de consciencias, la búsqueda de libertades, el amor como estandarte. 

Todo ese movimiento artístico me sedujo y siempre pensé en mi trabajo como una nueva expresión de toda esta cultura. En el año 2018 comencé a trabajar el óleo fluorescente y entonces se abrió una nueva ventana en mi obra. El óleo más denso, más tradicional, es un pigmento infinito y me permite experimentar y explorar con resultados increíbles.

-En el 2019 fue el artista oficial de los Latin Grammy, ¿siente que tiene mayor compromiso con el público ahora que su carrera ha ganado más visibilidad? 

No creo que el evento de los Grammy me haya comprometido más de lo habitual con el público, aunque es verdad que mi carrera ha recibido un impulso gracias a eso.

-¿En algún momento piensa experimentar otros caminos en el arte? 

No lo he pensado, me siento bastante definido como pintor. 

-La actual pandemia, ¿cómo ha influido en su producción creativa?

Creo que la pandemia es un fenómeno que tendrá consecuencias sociales y filosóficas en el mundo, esas consecuencias solo han reafirmado mi postura hacia el arte y pienso que, de alguna manera, ahora más que nunca la humanidad necesita de la belleza, del amor, de la felicidad.

-¿Quién es Alberto Lago para el arte cubano y el universal? 

Alberto Lago podría ser muchas cosas…es difícil crearse una idea ajena sobre lo que soy, pero me gusta pensar que tanto para el arte cubano como para el universal he sido como una especie de Outsider, un pintor que siguió su camino, que se enfrentó a retos…un explorador que pinta, un pintor que explora.

 

15/9/2020