Breve historia de las subastas en el Festival del Habano

Luciano Méndez, coleccionista español. Foto: Tomada de la agencia EFE.
Luciano Méndez, coleccionista español. Foto: Tomada de la agencia EFE.

El artista camagüeyano Roberto Fabelo ha sido el hombre de las subastas en el Festival del Habano. Desde el 2017, siempre han estado a la puja obras de su autoría en diferentes formatos y estilos.

Primera pieza, 2017

Se trata del humidor Rinoceronte romántico elaborada con treinta libras de plata y cedro, una escultura trabajada al detalle por su autor. Combina a su vez, el valor funcional con la belleza artística, de donde emergen animales y personas que parecen salir, como nos tiene acostumbrado en su rutina creativa, de un caldero. La pieza fue adquirida por 115 000 dólares.

                                                        

Segunda obra, 2018

El tríptico de dibujos a color sobre cartulina negra Voluta rosiverde, Voluta pegasus y Nodriza (2017) fue a parar a manos de un coleccionista de Singapur por un precio de 80.000 dólares. Es una pieza inspirada en el mundo del tabaco de este afamado artista cubano.

El monto inicial del tríptico fue de 30.000 dólares, un precio casi triplicado y que superó las expectativas de los organizadores de la subasta. El gran atractivo de Fabelo para los coleccionistas es la versatilidad de sus obras como pintor, dibujante, escultor e ilustrador.

Tercera pieza, 2019

Esta vez la obra en subasta respondió al título de Humo en los ojos, una pintura en creyón sobre papel craft de 146 x 97 cm, que fue adquirida por el reconocido coleccionista español Luciano Méndez por un precio de 122,500 dólares.

                                                      

Cuarta obra, 2020

Nioperro es el título de la pieza que estuvo a la puja este martes 25 de febrero en el Hotel Meliá Habana, donde repitió el español Luciano Méndez. Participaron también el Consejero Delegado de EBM (Marketing Solutions) Virgilio Cano, además del director de la empresa alimenticia Vima, Víctor Moro, embajadores, entre otros coleccionistas italianos y de diferentes países.

El precio final de Nioperro fue de 170 mil dólares, cifra ofrecida por un coleccionista alemán. Como es tradición esos fondos son utilizados para la salud pública cubana.