Juan Suárez Blanco y su nueva producción en cuarentena

Juan Suárez Blanco.
Juan Suárez Blanco.

El tiempo de cuarentena ha sido fructífero para el pintor y escultor Juan Suárez Blanco. En su estudio de Pinar del Río, nuevas obras han tomado diversas expresiones y contenidos, la mayoría inspiradas en la pandemia y sus secuelas en el mundo. Se hablará mucho de la actual etapa tan compleja para la humanidad. El arte, como expresión misma de la vida, ha reflejado desde el comienzo de la epidemia quiénes somos y la historia que nos acontece.

“Llueve sobre la falla”, en palabras de Suárez Blanco, es una obra abstracta y minimalista. La forma del virus aparece en la pieza a través de los colores rojo y azul, que definen por completo la tonalidad de la pintura, donde predominan los ángulos y con ello, la posibilidad de apreciar varias perspectivas.

La pintura pretende acercarse sin miedos al espectador debido su posición. Llega a nuestra mirada con determinación y fuerza pictórica, además de su evidente profundidad y la sensación de movimiento que provoca.

El contraste de los colores utilizados, así como las texturas en "Llueve sobre la falla" es una intención marcada por el creador para captar la atención al máximo, con formas simples y básicas, de fácil compresión para las mayorías.

“He tratado de reproducir el coronavirus, pero muy abstracto. Cae sobre una zona de falla, que sugiere las fallas tectónicas, pero en sí, son las fallas y desajustes ecológicos del planeta. Todo eso cae y se propaga. La obra tiene ese espíritu”, asegura el artista a Máxima Estudio-Taller.

De igual manera, Juan Suárez Blanco plasmó, en lienzos de grandes proporciones, las soledades y el aislamiento físico imperante hoy en día. Hablamos de las piezas “La nube azul”, “La nube rosa” y “Paralelo 22”, realizadas en colores pastales, con gran acabado técnico y una sensación evidente de lo tridimensional, en lugares específicos de los paisajes. Ahí radica parte de su belleza: su autor escoge con precisión las zonas donde debe predominar el volumen como atractivo y gancho visual.

Acerca de su intención comenta el también profesor: “tienen que ver con puertos desolados, silencio, todo el mundo encerrado. Utilizo colores muy tiernos y esperanzadores. Sigo manteniendo la historia del relieve, pero muy leve”.

Surgieron también otras pinturas como parte de su ethos creativos y así las explica Suárez Blanco: "después apareció Erosión VII, una obra que tenía pendiente. Es una entrada de un ángulo rojo desde arriba sobre una pieza metálica erosionada, que está mutando. Hay zonas que vienen hacia el espectador agresivamente y dejan ver esa zona metálica cortante. Es la última obra de la serie Erosión. Tengo también otra pieza, La Tempestad, aún en proceso de terminación”, añade el creador.

Un homenaje a Piet Mondrian aumenta la producción de Suárez Blanco en tiempos de confinamiento. La obra lleva por nombre “Yellow escorpion” y desde la visión del artista, su figuración es tranquilizante y muy espiritual, alegórico al quehacer del pintor holandés.

Recordemos la presencia del equilibrio, los colores primarios, las líneas y las formas geométricas en Mondrian como principio básico. Al respecto añade el artista: “la pieza tiene una estructura muy geometrizante, con predominio de lo horizontal y algunas verticales”.

“Yellow escorpión” fascina de principio a fin por ser única en sí misma, como testimonio de lo que aún significa Mondrian para el mundo. Visiones renovadoras del fundador del neoplasticismo llegan esta vez bajo las pulsaciones de Juan Suárez, quien logra conquistarnos con sus paisajes y abstracciones enigmáticas. Como proyecto futuro, el artista prevé exponer las obras en una muestra con el título de “Contrapunto, segundo tiempo”.