Los Dibujos Hidrónimos de Rafael Villares

Rafael Villares "Río Columbia". (Colección Máxima).
Rafael Villares "Río Columbia". (Colección Máxima).

En la obra Rafael Villares, la naturaleza y su relación con el hombre ocupa un lugar primordial. Ese binomio encuentra siempre las formas idóneas de expresarse en el arte del joven creador. Sabemos que la casualidad no existe y digamos entonces que, en el camino pictórico del también escultor, llegan las experiencias artísticas necesarias para mostrar las raíces primigenias que nos definen y su impacto en la psiquis del hombre.

Durante una residencia en el Vermont Studio Center (Estados Unidos), Villares materializó la idea de la Serie Dibujos Hidrónimos. Allí, tan cerca de la naturaleza y rodeado de varios profesionales de las artes como poetas, escritores, pintores y ensayistas de diferentes países, nació la inspiración para crear pinturas alegóricas a determinados ríos y las fronteras que dictan los países sobre sus aguas.

“Río Orinoco”, “Río Columbia” y “Río Cuenca del Éufrates” son tres nuevas piezas de la mencionada serie que llegan en fecha reciente a la colección de Máxima Estudio Galería.

“Estuve en el Vermont Studio Center entre el 2015 y el 2016 y de ahí salieron las primeras ideas sobre esta serie. No podía haber sido de otra forma, porque mi estudio estaba encima de un río. Trabajaba por las madrugadas y lo único que veía era aquel río fluyendo continuamente”, explicó el artista a Máxima.

“Empecé a cuestionarme como algo con una libertad tan grande en la naturaleza, nosotros lo hemos ido delimitando y hemos ido poniendo esas barreras”, confesó Villares.

Con respecto a Río Orinoco, el verde ocupa la totalidad de la pintura. Por la anatomía de la obra, sin conocer de manera previa las características del afluente, podemos analizar la abundancia de la vegetación en este río, sus áreas intensas y viriles, así como la zona de sus pantanos y la maravilla de tener una forma de vida tan plural en la naturaleza.

Río Columbia, en cambio, muestra una fuerza distinta manifestada en los colores amarillos y rojos de gran intensidad. Su paisaje evidencia la presencia de zonas rocosas como parte de la geografía del lugar. La morfología propia del sitio es una condición que Villares hace suya para presentarnos una obra exótica a nivel visual, fascinante por su sensación de movimiento, de cambio, de pertenecer a un espacio común que expande sus brazos por igual a diversas formas de vida.

Por último, en Río Cuenca del Éufrates, se observan igualmente áreas pantanosas, junto con superficies áridas, donde parecen articularse y unirse sus componentes de manera especial. Donde quiera que el espectador ubique la mirada tendrá un poco de toda la naturaleza que distingue al Éufrates. Se trata de otro paisaje formidable que su autor nos invita a recorrerlo de principio a fin.

Acerca de técnica utilizada en la concepción de esta serie, el creador precisa: “Combiné dos técnicas marmoleado, que son técnicas ancestrales de pintura sobre agua. Esparces unos pigmentos que puede ser agua o carragenina, un alga que se machaca y se mezcla con el agua. Entonces esos pigmentos flotan en la superficie y luego uno va como soplando, infringiendo los dibujos. Eso se sumerge y queda impregnado a la cartulina”.

Villares escoge el círculo para realizar las piezas de Dibujos Hidrónimos y digamos que no fue una selección por azar. Sabemos que el círculo es la forma superior y más armónica del mundo, porque no delimita comienzo ni fin. Se trata de una de las más hermosas realidades que contiene esa representación geométrica. En el caso de los ríos, se adecúa de sobremanera a sus peculiaridades, porque ellos destilan libertad y autonomía para imponerse.

Rafael nos ofrece un camino seguro para conocer buena parte de los afluentes más importantes del mundo, desde la fuerza y los motivos del arte, a donde siempre habrá que volver como una fuente segura de conocimientos y verdades.

Publicado 15/02/2021