Niels Reyes Cadalso: algo más en el retrato

Obra Andros, óleo sobre tela.
Obra Andros, óleo sobre tela.

La modernidad ha traído incontables cambios en el arte. Lo sabemos. Cambios referidos a las temáticas pictóricas, a la figuración misma y también se han multiplicado, como un río violento, los materiales, objetos y soportes para concebir una determinada creación.

En ese escenario, Niels Reyes Cadalso pudiera parecer un extraño. El óleo sobre lienzo y la tela se han convertido en su instrumento preferido, en su manera de asumir el retrato como una provocación. Mediante las prácticas más tradicionales, origina nuevas formas, nuevos rostros que magnetizan y testimonian las pulsaciones del tiempo presente, con la mixtura que caracterizan las fisionomías actuales.

Cuando algunos artistas prefieren materiales exóticos y de moda, este pintor nacido en Villa Clara en 1977 apuesta por la tradición con una visión futurista, aunque no descarta otras metodologías creativas, como lo demostró en su la exposición Territorio Comanche/Cabeza de vaca, donde pudo verse una obra audiovisual de su autoría.

Otra de las cualidades de Niels es la viveza que le atribuye a los ojos que pinta. Presenciamos, en esa zona de la obra, vestigios de hiperrealismo en las pupilas, en los contornos, en la mirada tan aguda que luce demasiado real. Los colores varían desde amarillo miel hasta distintas tonalidades de verdes. Añade además varias capas para lograr volumen y vida a su propuesta, para hacerla más penetrable a la mirada ajena.

Por momentos, Reyes Cadalso nos hace olvidar que se trata solo de una obra de ancho por alto, y provoca una ilusión óptica, ante la duda de pensar si de veras no será una persona quien nos devuelve la mirada.

Las experiencias adquiridas en otras geografías, junto con sus años de estudio en el nivel superior de la Universidad de las Artes de Cuba, formaron al creador legítimo que tiene hoy el arte cubano contemporáneo. Pruebas ha dado suficientes.

Hoy Reyes Cadalso hace gala de su estilo y se atreve, cada vez más, a originar rostros diferentes permeados por una riqueza telúrica llena de tonalidades, matices, gestos…, al fin y al cabo, no son más que intenciones creativas como evidencia de que lo importante es el talento y la voluntad del creador. De lo demás casi siempre se encarga el tiempo.

En otras ocasiones apreciamos una perspectiva diferente en su creación, o sea, una pintura que no presenta tanta mezcla de identidades en los cuerpos humanos, sino más bien que busca la transparencia y la sencillez de un instante pictórico, de un gesto, una mirada o un escenario que transmite bellezas, dudas y tristezas, siempre con la fuerza de brindar destellos de realidad.
De ahí proviene su éxito en el retrato, no solo por la técnica y la agudeza de la misma, sino también por ir más allá de un rostro desafiante o enigmático, para revelarnos un pedazo de cada persona. Con sus obras, el otro siempre encuentra un modo de identificarse, de saber que allí también late un pedazo de sí.

En la colección de Máxima usted puede encontrar varias obras del Niels Reyes Cadalso que atestiguan lo antes escrito y demuestran el brío de una pintura que responde a su época y donde queda expuesto a quedar atrapado en figuras representativas de quiénes somos en el mundo.